Inspirándose en los Picós de Barranquilla, los atrevidos mexicanos crearon los Sonidos, que  consistían en juntar tocadiscos, amplificadores y altavoces y  colocarlos en diferentes puntos del barrio para recrear una  fiesta de carácter móvil. Estos sonidos se convirtieron asi en iglesias al culto del goce espiritual y el sonidero se convirtió asi en una especie de sacerdote musical, con una gran cantidad de fieles seguidores a lo largo de la república. Esta religión  tropical resultó en una rica cosecha de nuevos cumbieros mexicanos  desde la desértica Monterrey hasta los volcánicos valles de Puebla. Un  excelente ejemplo es Organización de Santa Martha, de León,  Guanajuato. 
((( escuchar )))
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario